Días interminables cuando el agua no fluye, días abyectos cuando la inspiración se aletarga en el olvido, días extraños cuando el sol permanece oculto tras la sombra de la esperanza.
Hoy volvimos a luchar ante la adversidad retomando una vez más el orgullo del recuerdo y cuando la desesperación se acrecentaba tuve el acierto de retomar una grata relación en el olvido, cuando los buenos tiempos se cernían sobre nuestros esfuerzos recompensandonos con pingües beneficios.
Me acerque al hogar del que en otra hora fuera un buen cliente, mejor hombre y gran amigo. Con un vaso de vino entre las manos, sentados en la mesa camilla adornada por una floridas faldas, mientras comentábamos la claridad de nuestras canas, las mías recortadas en mis barbas, las suyas emblanqueciendo su tupida cabellera, confiriéndole ese aspecto de bonachón que su alargada edad le ha regalado, hablamos del pasado, con grandes brotes de sonrisas en unos momentos y apagadas en ocasiones cuando sin palabras recordábamos la temprana perdida de un ser querido, pero enérgicamente retomadas por el intercambio de piropos a nuestras respectivas esposas, mientras mostrábamos orgullosos nuestras fotos familiares como chiquillos con cromos nuevos.
Con las fuerzas renovadas por ese trago de realidad y ese grato empacho de amistad, me acerque a la plaza principal de la localidad para sacarle jugo a la satisfactoria conversación tenida, mientras paseaba por las compactas sombras de su plaza principal y allí en la esquina mas cercana a la iglesia parroquial de San Juan Bautista, lo vi, erguido y orgulloso, con un buen queso manchego bajo un brazo y apretada contra el cuerpo el pellejo de la bota de vino en la otra, faja en ristre y grueso cinturón ...
En si la escultura del artista Cayetano Hidalgo, no es bajo mi gusto nada del otro mundo, pero en el pueblo tan intrinsecamente relacionado con Cervantes encontrarte diseminada por la plaza las cuatro estatuas mas representativas de la obra, dice mucho a favor del intento de cogerse al tren del turismo del "Quijote" y asi te encuentras con Sancho (en la imagen ), el ingenioso Hidalgo, su a añorada Dulcinea y en la 4ª esquina la representación del libro. Curioso.
Ahí os dejo las instantáneas para por si no teneis la ocasión de acercaros a Argamasilla de Alba, por lo menos podáis verlas, cartelitos en ristre incluidos.
Sobre el juego pese a no despertar gran entusiasmo, las acérrimas no me han defraudado y me han aportado una gran sonrisa al no dejarme abandonado con la tarde que me esperaba. Gracias!!!
Mañana más ...
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